Nos acostumbramos demasiado a que la subjetividad era una entidad casi divina, irrefutable, absoluta, incuestionable. "La belleza es subjetiva... el arte es subjetivo...". Ahora resulta que el abuso, a ojos de algunos, también lo es. Y claro, son cosas distintas, pero tal vez en los 80, en alguna galería shuper rupturista y loca, una intervención de un hombre pegando un combo a una mujer habría sido considerado como arte. Como un espasmo artístico para plasmar la violencia y sus alcances, qué se yo. Bueno, ahora estamos de acuerdo en que si alguien se chantara al medio del Costanera Center y le pegara un combo a una mina, terminaría al menos detenido (considerando el actuar de la justicia chilena, detenido un rato y puesto en libertad con orden de restricción). Pero ¿qué pasa cuando el abuso o la violencia no es explícita ni tan brutal? ¿Qué pasa cuando -como hemos visto estos días- alguien decide correrte la cara para darte un beso en la boca?. He leído comentarios de ho...
Soy una madre de 43 pepas, clase media, tratando de sobrevivir a la crianza (o malcrianza) de 3 hijos. Solo el tiempo dirá cuántos errores he cometido y en el intermedio, comparto episodios que abarcan desde la vergüenza hasta el cagazo, pasando por la alegría, el amor, la cerveza y en fin: la maternidad completa. #CabrosQL #CabrosQueLindos #WelcomeToTheJungle